sábado, enero 01, 2005

Arcadio Pardo Rodríguez

ARCADIO PARDO RODRÍGUEZ.

En el mes de Septiembre pasado, en el Paraninfo de la Universidad de Valladolid, con motivo de las jornadas sobre UNIVERSIDAD Y DÍA EUROPEO DE LAS LENGUAS, se ha rendido un homenaje al poeta vallisoletano Arcadio Pardo Rodríguez. Arcadio; ha sido docente toda su vida. Su carrera docente está llena de éxitos. Licenciado y Doctor en Lengua y Literatura Española, por la Universidad de Valladolid, paseó su docencia, como funcionario del Estado Español, desde muy joven, por distintas Instituciones educativas: Escuelas de Comercio, Institutos de Bachillerato, (que hoy se llaman de Secundaria), Universidades. “Españoleó”, palabra que puso en uso el eminente charlista español de los años cuarenta, Federico García Sanchiz, “españoléo”, digo, su docencia en el Instituto Español de París y en las Universidades de Aix-en- Provence y de la Capital Francesa, tanto en la Sorbona, como en la otra, que no sé cómo se llama.

Esa magnífica carrera docente, de la Lengua Española, le llevó a la investigación lingüística e histórica de la literatura. Publicó, al alimón con su esposa Madelaine una obra de lo que antes se llamaba Preceptiva Literaria del español. Ahora no sé cómo se denomina este tipo de obras. Además ha publicado diecisiete o dieciocho libros de poesía, de una gran calidad. Muchos de ellos en Valladolid. Aprovechaba sus veraneos en su ciudad de nacimiento, para preparar algunas publicaciones.

Pues bien, esta gran carrera docente, de indiscutible mérito, ha quedado fuera de las celebraciones de un hombre de Valladolid, tanto en la ciudad, como en la universidad. Ha sido uno de sus alumnos más brillantes. Cualquier Universidad, si hubiese contado con un hombre como Arcadio, le habría hecho el gran homenaje, o de publicaciones, o de actos, que hubieran permitido que esa ingente obra se conociera mucho más, en el lugar donde nació. Es el gran vacío que tienen los Centros Docentes españoles. No tienen memoria y deberían tenerla. Por Institutos de Secundaria y por Universidades han pasado personas que más tarde han destacado en las profesiones de una manera relevante, y las Universidades no se acuerdan de ellos. En cambio ellos, honran a sus Universidades e Institutos, citándoles muchas veces en sus escritos y sintiéndose orgullosos del lugar en que se les impartió su inicial preparación universitaria.

El homenaje en el Paraninfo consistió en que pronunció lo que yo llamaría una “lección poética”. Iba a ser un recital de una obra de poesía que tiene en preparación, que llamará con un título muy sugestivo ”.... de las Contigüidades”. Pero fue una lección magistral, tanto de poética como del idioma. Con expresiva sencillez fue preparando al auditorio para que escuchase su poesía. Es una poesía llena de contenidos, que él sugiere a través de un anecdotario del día a día, y que encierra una filosofía de la vida y de la comprensión del espíritu humano y su actuación en el mundo. Todo dentro de un entronque, en las formas clásicas, pero sin anquilosamientos fanáticos, ni tozudos. Con la naturalidad del escritor que domina las formas, tanto de las poéticas, como del lenguaje. Un lenguaje novedoso y sintético, lleno de expresión. Por ejemplo en el transcurso de su intervención, que duró aproximadamente una hora, habló de ese su lenguaje. Yo lo denomino sustantivación de las partículas y de los adjetivos y de todo cuanto necesita para expresar. Él lo dijo de otra manera.

Por ejemplo, decía, que a veces se le podría tachar de heterodoxo en el tratamiento de la lengua, del idioma. Pero que había reflexionado enormemente sobre la expresión poética y sobre la extensión y la comprensión de los vocablos, o de los “significantes”, siguiendo el léxico de la teoría estructural de Saussure. Decía que en su poesía a veces ponía el artículo neutro en una palabra femenina. Pero que eso lo hacía para extender el significado del concepto. Y citaba algunos ejemplos: La belleza, tiene menos extensión que lo bello, pero que la extensión de la palabra belleza se podía extender mediante expresiones como “lo belleza”, “lo amargura”, “lo ambigüedad”. Todo esto expresado con una sencillez increíble. Era la explicación de un doctor en el idioma, explicando el por qué de sus expresiones lingüísticas. Se lo dije al final; me recordaba esa sencillez de lo convertido en “sangre propia”, en “ciencia propia”, que tenían aquellos profesores de secundaria como Narciso Alonso Cortés, Gerardo Diego, Jorge Guillén, Díaz-Plaja, etc......

En fin ahí está Arcadio Pardo. Universitario vallisoletano, poeta, “españoleante” de la poesía y de la Lengua Española, por destacados centros docentes españoles y de otros países de Europa. Hoy un venerable pensionista que sigue joven y con su mente ágil, añadiendo obras originales en lo poético y en lo lingüístico, y que, con su obra, sigue incrementando el prestigio del acervo de la cultura española y por supuesto, castellana y vallisoletana, por los ámbitos del mundo.

Creo que cumplo con un deber destacando su personalidad. Tanto la ciudad de Valladolid, como la Universidad de Valladolid, deberían tomar nota de esta existencia que ha resultado notable, en el devenir docente humilde de lo cotidiano. ¿No es esta la credencial de los sabios?.


EUSEBIO GARCÍA GONZÁLEZ.
Publicado en ABC de Castilla y León en Octubre de 2004.


1 Comments:

Anonymous J. Nieto-Téllez said...

Para mí, Arcadio Pardo es el poeta castellano más profundo y con unos recursos lingüísticos más audaces y acertados. Resulta incomprensible el olvido al que se le tiene "condenado", seguramente por no residir en España y por no prestarse al pesebreo de los círculos literarios españoles. Para mí, es un auténtico gozo y lección magistral cada uno de sus poemas.

11:31 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home