lunes, abril 27, 2009

Epístola a Arrón García Peña

EPÍSTOLA A AARÓN GARCÍA PEÑA, POR SU LIBRO
“CUIDADO, MANCHA”


De estos alejandrinos, Aarón es la sorpresa,
Pues tu nombre no cabe en sólo un hemistiquio
Y hay que quitarla el “a”, que le sobra, y enmiendo
Arón García Peña, nombre del frontispicio.

Sorprende tu poesía, inusual, imprevista,
Incongruente a veces, pero llena de instinto,
Para alcanzar niveles de consistencia. Tiene
Antiguas resonancias, vanguardias, surrealismos.

No es malo, las palabras están ahí, se enlazan
Sobre esa pesadumbre que el poeta ha asumido.

Se origina en tu mena vital, en los espacios
Sin tiempo, ni extensión; presente intervenido.

Hay muchos Universos donde explorar. Penetras
En ellos como un práctico de lo desconocido
Y piensas que lo nuevo que se aprende convierte
El saber en cenizas. Caminas dolorido
Al dudar de la honesta conducta de los hombres.

Tu soledad invade todo este contenido
De ideas rompedoras, hasta las más amables,
En esa soledad de ser humano íntimo.

Maestro del lenguaje normal, aunque elevado
A la categoría de lo diario intrínseco.

Dolorido auditor de la vida y la muerte,
Siempre con la esperanza de que hayan valido
Y que sea la vida metáfora diaria
Para explicar, del alma, un cierto contenido
De ser irracional, vestido de estelares
Ropas que nos eviten el ser reconocidos.

Dominador del verso, del tiempo y de la forma,
Tu dios es una idea de infantil sincretismo.
Pues ves al hombre solo frente el Cosmos difuso,
“la multitud de solos”, que Maurois nos ha dicho.

Percibámoslo o no, cada hombre es un centro
Geométrico, alarde de arrogante destino,
Que, en la limitación de nuestro transcurrir,
Logramos descubrir accesos a castillos
De luminosidad, con la eterna esperanza
De ser algo más grande que miedo, polvo y limo.

Con tu poesía intentas superar lo caduco,
Pues la vida y la muerte son trascendentes vínculos
De la continuidad de células y Cosmos
Y de los pensamientos que están intercluidos
Entre tanta hojarasca. No hay que permitir
Que nos destroce el alma el vital pesimismo.

El amor generoso que muestra tu poesía
Se encuentra entre “los árboles que bailan al unísono”.

Eres un genio alado de la demolición
Y en los epistolarios te muestras agudísimo
Y resultas un mago, en experiencias ácidas,
De tono paradójico, ángel del surrealismo.

Es un gozo tu libro, lo leí con deleite.

Muestra un fresco notable del panal matutino
De tu vida. Propone la forma antigua y nueva
De crear antisépticos contra los vulgarismos.

Te agradezco tu libro, y más el conocerte,
Que ha dado trascendencia al hecho fortuito,
De que yo apareciese, en unas vacaciones,
En la Casa del Culto a un genio del lirismo.

Por ese mi contento, el día tres de abril,
Del año nueve, es fecha que, desde hoy, determino
Cultivar, como cruce con una singladura
Del notable poeta que es Aarón, peregrino,
Con flagelo en el alma, para expulsar sonámbulos,
Del muy extenso alfoz, de insustanciales líricos.

Santa María la Real de Nieva 19 de Abril de 2009.

EUSEBIO GARCÍA GONZÁLEZ.

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